Teresa y Gerardo 05/09/2015
¡Un sueño hecho Realidad!
Desde el momento de contratar nuestro evento, el estar eligiendo los detalles,
todo el servicio y atención que nos brindaron, cada momento fue magnífico.
Es increíble poder tener todo en un solo lugar, para mí era muy importante despreocuparnos de considerar los tiempos para trasladarnos a fotos, ceremonia, fiesta; pues una vez estando ahí, ya no importaba el clima, tráfico, o cualquier inconveniente para llegar bien a lo siguiente.
Es un lugar mágico. Estando ahí me transporto a los cuentos inspirados en otros
lugares fuera de la cotidianidad. El poder pasear por los jardines, la capilla,
los salones, simplemente pasar caminando de un lugar a otro donde todo es
hermoso. Así mismo, recibiendo la mejor calidad en los alimentos y el
servicio brindado por el personal altamente profesional.
Elegimos hacer la fiesta un sábado a mediodía, para que aun considerando extendernos a la torna, no hubiera tema con el regreso en la carretera pues aun había luz del sol y sin problema con el traslado a la ciudad.
La ventaja fue que, aún siendo de día, ya estando dentro del salón no nos afectaba en nada el sol, pues con las cortinas cerradas al momento de iniciar la fiesta, ya era igual que una boda de noche pero disfrutada durante todo el día.
Nuestro gran día pudimos olvidarnos del reloj y solo disfrutar, pues ya una vez estando ahí nos iban guiando a lo que seguía.
Además, durante la sesión de fotos, nos brindaron canapés y bebidas, todo delicioso, entonces estuvimos muy consentidos. También nos tomamos las fotos en los jardines y en los salones, hasta el momento de retoque de maquillaje quedo grabado ahí mismo.
Estando aun en la sesión de fotos, empezamos a ver llegar a nuestros invitados. Y enseguida pasamos, disfrutando el camino por los jardines, hacia la ceremonia.
La misa fue muy emotiva, estaba llena la capilla por nuestros familiares y amistades, la decoración me encantó pues eran unos arcos que hacían lucir aún más la entrada a la ceremonia, y así mismo a la salida, y entonces al mismo tiempo el ver a todos nuestros invitados felices, compartiendo nuestra alegría y Bendición, es un momento muy conmovedor y gratificante.
Uno de los planes fue tener música de gaitas en vivo, durante el camino de la capilla a la fiesta, para acompañar con música ese momento del camino y disfrutar cada instante.
En la entrada del salón, tuvimos oportunidad de recibir a la mayoría recibiendo sus abrazos y felicitaciones; iniciamos la entrada de nuestra celebración muy alegres con “One Love”, en ese momento de hacer el recorrido por la pista y al ver a todos nuestros invitados, experimentamos mucha alegría y fue muy emocionante; así como el vals, “Everything I Do” nuestro primer baile como esposos, era como estar en otro mundo, fuera del tiempo y del espacio. Enseguida el vals con nuestros familiares “Para tu amor”. Después “Because I‘m Happy” para nuestros amigos y las fotos grupales.
Creamos la ocasión de dar unas palabras a nuestros invitados y agradecer, para enseguida disfrutar de los alimentos, todo delicioso.
El pastel, de tres sabores diferentes, estuvo tan rico que se acabó y no alcanzamos a probarlo más que en el momento de la foto, preferimos pasárnosla bailando y disfrutando la fiesta con nuestros invitados.
En el momento del ramo pasó algo chistoso, porque yo ni cuenta me di, pero después me contó una amiga que lo había cachado ella, pero como estaba recién casada, la entonces novia y ahora esposa de mi hermano, le dijo que no se valía y que le diera oportunidad a las demás, en ese momento solo supe que me pidieron que lo lanzara por segunda vez.
Todo pasó muy rápido, disfrutamos al máximo, y me encantaría que se repitiera, pues fue tanta la preparación y sentí que en un ratito voló todo. Pero, ¡muy hermoso!
Al final, también cerramos con una canción que escogimos “I‘m Yours” y tuvimos otro momento muy emotivo, todos nuestros invitados nos rodearon al final compartiendo la alegría.
Otro de los planes fue tener mariachis al terminar, así como un espectáculo de pirotecnia.
Todo fue perfecto, y creo que ha sido el día más largo de fiesta, contando desde que me levanté a las 5 am, pues el arreglo llevaba tiempo, y la misa se llevó a cabo a mediodía, para comer alrededor de las 2:30 pm, y finalizando la fiesta formal, nos dirigimos para continuar con la torna en una quinta también en la carretera, donde seguimos festejando hasta medianoche.
Un día mágico, inolvidable, incomparable, irrepetible, único y espectacular, me encantó haber podido realizar Nuestra Boda en Las Nubes, y cada vez que llego a pasar por ahí no puedo evitar que se dibuje una gran sonrisa en mi cara, pues siempre me ha encantado este maravilloso lugar, y ahora más con este hermoso recuerdo que tuvimos la Bendición de vivir.
Teresa Guerra y Gerardo Elizondo